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miércoles, 8 de agosto de 2012

Leucosis aviares: parte II. Leucosis linfoide. Virus A y B. Otro diagnóstico inespecífico.

Por: Bernardo Mejía Arango M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías e imágenes: Bernardo Mejía Arango. Protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción debe contar con autorización previa.
Créditos: Necropsias: Bernardo Mejía Arango M.V.Z.  M.Sc.; Luis Buitrago M.  M.V.Z.; Juan Alvear A.  M.V.Z.

En términos generales,  que un ave tenga lesiones de leucosis (Linfoide en este caso), no es más que una manifestación de infección con uno de los virus del grupo Leucosis/sarcoma de los retrovirus que infectan a las aves. De todos los virus de la relativamente amplia variedad de los virus de leucosis que afectan a las aves, cada uno produce más de un tipo de neoplasia, cuyos patrones de presentación macroscópica pueden ser: nodular, miliar, difuso o una combinación de formas y cuyas características histopatológicas tienen una buena diversidad de patrones morfológicos.

Imágen No.1 Leucosis linfoide. Hígado de gallina de 31 semanas de edad procedente de un lote de 35.900 aves de las cuales  se observaron 58 aves con signos respiratorios, causa por la cual fueron remitidas  cinco aves para examen de necropsia y complementarios. Llamó la tención la hepatomegalia (Hígado que se muestra en la foto) de una de las aves. La evaluación histopatológica mostró infiltracion  difusa en múltiples áreas del parénquima hepático, de células linfoides anaplásicas y pleomórficas altamente compatibles con leucosis linfoide (Centro y derecha, Hematoxilina-Eosina 20X y 100X respectivamente). En el lote no de registraron otros casos. El diagnóstico histopatológico es solo uno de los factores a tener en cuanta en el diagnóstico definitivo; se debe analizar el caso de acuerdo con lo que se enuncia en este artículo.
                            
Los casos que se presentan, tienen un diagnóstico histopatológico de leucosis linfoide,  pero para entender lo que se muestra en estos pocos casos, es necesario enunciar las premisas planteadas  por el doctor Guillermo Zavala en diferentes eventos y artículos generados por él, así que al igual que puede suceder con muchos de los diagnósticos en  los cuales se sobrevalora la histopatología como herramienta diagnóstica, deberían tener un seguimiento más estricto.

“Elaborar” un diagnóstico de leucosis linfoide aviar, al igual que en otras infecciónes con retrovirus  aviares, es una carrera de observación en la cual deben confluir varias  investigaciones. Entre otras cosas, se debe tener en cuenta si el caso tiene importancia epidemiológica, concepto este que se debe entender de conformidad con  las siguientes  observaciones:
  • El diagnóstico de los síndromes neoplásicos inducidos por los virus del grupo de las leucosis aviares es muy complejo y desafortunadamente muchos laboratorios de diagnóstico sobrevaloran ciertos métodos de diagnóstico.
  • La histopatología, por ejemplo, se ha tomado con frecuencia como una herramienta de diagnóstico conclusivo para la leucosis aviar.
  • Las pruebas positivas de PCR se interpretan errónamente como conclusivas.
  • Cada una de las pruebas es un elemento importante en el diagnóstico, pero no debe recurrirse a ellas en forma aislada.
  • Ningún patólogo debe proporcionar un diagnóstico etiológico con base en observaciones microscópicas en lo que se refiere a  leucosis aviar.
  • El diagnóstico preciso de leucosis requiere de un análisis clínico, examen microscópico de lesiones tumorales, detección molecular y aislamiento e identificación viral.
  • Solo en ciertas circunstancias  una o unas pocas  pruebas o metodologías de diagnóstico bastan para un diagnóstico final. Un diagnóstico de leucosis linfoide basados solo en histopatología corre un gran riesgo de malinterpretarse.
  • Algunas de las lesiones inducidas por el virus de la reticuendoteliosis son prácticamente indistinguibles de algunas de las lesiones inducidas por los virus de leucosis aviar, particularmente los virus de la leucosis aviar tipo A y B, los cuales son los señalados de producir la leucosis linfoide.
Los  datos puntuales anteriores son tomados de la conferencia “Epidemiología reciente y diagnóstico diferencial de enfermedades tumorales” presentada por el doctor Guillermo Zavala del Poultry Diagnostic and Research Center de la Universidad de Georgia, en el XII Seminario Internacional de Patología y Producción Aviar, Athens, Georgia,  26 al 30 de abril de 2010.

Infortunadamente en las escuelas de patología aviar se hace énfasis en las pruebas o técnicas de laboratorio y en su interpretación netamente puntual. No se enseña a interpretarlas en el contexto agente-huesped-medio ambiente o con el conocimiento integral de cada especie animal.

Imagen No. 2. Hígado (Izquierda) y bazo (derecha) de gallina de 40 semanas de edad, procedente de un lote de 12.500 aves. Cinco aves fueron remitidas para xamen de necropsia y complementarios debido a que algunas aves (60) estaban presentando sintomas respiratorios y el Médico Veterinario remitente quería que se investigara laringotraqueitis viral. La fotografías corresponden a órganos de una de las aves; es un hallazgo incidental y no había expansión del problema tumoral al resto de las aves del lote. En la serie de fotografías de la imagen siguiente (No. 3) se presentan los detalles histológicos de las tumoraciones que se observan en el hígado.

 El libro Avian Diseases, describre los tumores de la leucosis linfoide como  compuestos por una población de linfoblastos los cuales tienen núcleos grandes y vesiculares y con marginación de la cromatina, las membranas citoplasmáticas están no bien definidas y pueden tener uno o más nucléolos eosinofílicos. En la práctica, esta es una descripción simple si se tiene en cuenta la cantidad de patrones morfológicos que se pueden encontrar, solo en la leucosis linfoide.

Para hablar sobre los casos de lecucosis linfoide que nos ocupan en este artículo, debemos primero ubicarla en el contexto general de las leucosis y a su vez estas, en el contexto general de las enfermedades tumorales, a la luz de lo que escriben y publican los expertos en virología e histopatología. Estos conceptos ya fueron expuestos en el artículo sobre leucosis mieloide, anteriormente en este blog:

Los problemas tumorales en aves son originados principalmente por virus oncogénicos, pero también se presentan tumores espontáneamente en aves de edad avanzada. Los agentes infecciosos oncogénicos más importantes incluyen:

1. Virus de la enfermedad de Marek  (Herpesvirus).
2. Virus del grupo leucosis/sarcoma (Alfaretrovirus).
3. Retrovirus aviares asociados a la mieloblastosis aviar.
4. Virus de la reticuloendoteliosis aviar (Gammaretrovirus).

El virus de la Leucosis aviar  pertenece a la familia  Retroviridae, subfamilia Orthoretrovirinae,  Género Alfaretrovirus.
Los virus de la Leucosis aviar, de acuerdo con las glicoproteínas que componen la envoltura viral se clasifican 10 grupos así: A, B, C, D, E, F, G, H, I, J. De estos afectan a  Gallus domesticus: A, B, C, D, E y J. De estos, A, B, C, D y J son exógenos  y el E es endógeno.
Los términos endógenos y exógenos: hacen relación  con característica del genoma y a  la forma de propagación:
1-   Endógenos: son incompletos en su genoma, permanecen integrados al genoma de la célula huésped, no generan partículas virales y  no producen enfermedad clínica y por tanto no producen mortalidad. El subgrupo E es endógeno y todas las líneas genéticas de gallinas productoras de carne o huevo son portadoras del virus E, pero no inducen problemas clínicos o económicos.

2-   Los exógenos en cambio  son infecciosos, se eliminan en excreciones y secreciones y pueden inducir la formación de tumores debido a la transformación oncogénica de las células que infectan. Los subgrupos A, B, C, D y J son considerados exógenos
Los virus de leucosis de los subgrupos A y B tienden a inducir principalmente leucosis linfoide, pero también inducen potencialmente muchos otros tipos de tumores,  son los más comunes en algunas líneas de ponedoras comerciales.
El virus de la leucosis aviar tipo C nunca ha sido considerado un virus de importancia en aves comerciales, Las infecciones naturales con el virus de la leucosis aviar tipo C no han sido  reportadas en aves comerciales en varias décadas, pero fue originalmente descrito como un agente infeccioso en gallinas.

Los virus que pertenecen al grupo A de la leucosis aviar, son relativamente ineficientes en su replicación e infección, inducen anticuerpos, son transmisibles en forma vertical (Congénita) y no inducen tumores perceptibles en gallinas Leghorn hasta las 31 semanas de edad.

Los virus de leucosis aviar en general  pueden infectar una gran cantidad de tejidos y tipos de células. El virus de la Leucosis aviar se encuentra dentro de un grupo denominado virus Leucosis/sarcoma (Los 10 subgrupos de virus de leucosis aviar pertenecen a un grupo de virus aún más grande, este grupo se conoce como el grupo de virus de leucosis-sarcoma aviar el cual comprende tres subgrupos:

  1. El virus de leucosis propiamente dicho. a) Leucosis linfoide: afecta tejido linfoide b) Eritroblastosis: afecta las líneas celulares de las cuales se derivan los glóbulos rojos c) Mielocitomatosis: afecta los mielocitos.
  2. Virus de los sarcomas y neoplasias del tejido conectivo.
  3. Virus de neoplasias relacionadas.
Los virus de la Leucosis se pueden transmitir de forma  genética, congénita y horizontalmente.
Signos clínicos descritos: anorexia, adelgazamiento, palidez, muerte.  En la práctica estos signos clínicos no son de carácter diagnóstico, hasta tanto se encuentre el tumor al hacer la necropsia.                       
Imagen No. 3. Leusosis linfoide. Secuencia fotográfica de corte del hígado que se muestra en la imagen No. 2. Se aprecian infiltrados de células linfoides tumorales.
                                           
Las siguientes son  observaciones epidemiológicas y de carácter diagnóstico hechas por el doctor Guillermo Zavala del Poultry Diagnostic and Research  Center, Department of Population Health en  de la Universidad de Georgia presentadas en su conferencia “Métodos de diagnóstico para enfermedades tumorales y presentación de enfermedades mixtas con virus tumorales” dictada en  el Seminario de Enfermedades Neoplásicas, celebrado en Bogotá, Colombia el 06 de junio de 2007.
  • El virus puede ingresar por vía congénita desde las reproductoras o desde la generación anterior.
  • Las viremias pueden ser permanentes o intermitentes. Así que de un muestreo o de muestreos mútiples, depende que un lote sea declarado libre según el caso.
  • Las aves se pueden infectar en forma horizontal.
  • Vacunas infectadas pueden diseminar la infección.
  • Cuando se presenta un caso, hay que poner atención cuidadosa y determinar si se trata de un problema aconómico a nivel de parvada o si se trata de un hallazgo incidental.
  • Todas las parvadas comerciales de gallinas y pavos son sujetas a expresar tumores aunque sea en muy pequeña frecuencia (En aves individuales).
  • Al sospechar de brotes de enfermedad tumoral deben hacerse necropsias de múltiples aves muertas naturalmente o selecccionadas para tal fin.
  • Los lotes sospechosos deben muestrearse en por lo menos dos días separados para incrementar el criterio del personal que investiga el problema, y la oportunidad de encontrar un mayor número de muestras adecuadas.
  • El hallazgo de tumores sospechosos en una sola ave, no debe generar un dignóstico de enfermedad tumoral.
  • Es importante colectar muestras de los tumores sospechosos y de otros tejidos para hacer exámenes complementarios.
  • Una parte de los tumores deberá congelarse a la menor temperatura posible en forma indefinida para poder utilizar estos tumores para pruebas moleculares y/o de aislamiento viral si fuera necesario.
  • El resto de los tejidos deberán ser incluidos en exámenes histopatológicos, tengan o no evidencia de neoplasias.
  • Los tumores deben colectarse incluyendo tejido tumoral y por lo menos una pequeña parte del tejido aparentemente sano. Esto permitirá al patólogo una mejor evaluación de los tejidos sospechosos.
  • En muchas ocasiones los diagnósticos se deben hacer por exclusión, haciendo uso de las lesiones postmortem y de la histopatología, dependiendo de si en ellos se hacen pruebas de PCR.
  • El diagnóstico se facilita cuando se puede hacer aislamiento viral.
  • En general, en enfermedades neoplásicas, es necesario hacer un enfoque multidisciplinario para obtener el diagnóstico.
  • Aunque se pueden utilizar  pruebas de anticuerpos monoclonales para detectar marcadores celulares asociados a la infección con virus oncogénicos, muchos laboratorios  de diagnóstico no cuentan con estas metodologías.
A continuación se presenta una guía de las acciones y muestreos a seguir en caso de sospechar enfermedades tumorales:

1. Historia clínica.
2. Desempeño económico del (los) lote (s) afectado(s).
3. Exámenes postmortem.
4. Examen microscópico (histopatología). Incluir como mínimo (cualquiera que sea la enfermedad tumoral sospechada): encéfalo, nervios periféricos, tumores, proventrículo, bolsa de Fabricio, hígado, bazo, riñón, gónadas.
5. Detección molecular.
6. Serología.
7. Aislamiento y caracterización viral.

La complejidad del diagnóstico de leucosis linfoide (y de otras leucosis) no obstante los avances en técnicas de diagnóstico incluyendo  técnicas de biología molecular, queda de manifiesto, de acuerdo con lo expuesto en  la conferencia “Epidemiología reciente y Diagnóstico de las enfermedades tumorales” presentada por el doctor Guillermo Zavala en el XII Seminario Internacional de Patología y producción Aviar”  celebrado en Athens entre el 26 y el 30 de abril de 2010:
Acerca del diagnóstico diferencial:

  1. Requiere de un enfoque multidisciplinario distinto al requerido para el diagnóstico de otras enfermedades.
  2. No siempre es posible diferenciar los linfomas inducidos por los virus causantes de la enfermedad de Marek, de la leucosis y la reticuloendoteliosis.
  3. Pueden coexistir infecciones con uno o varios de los tres grupos (Marek, leucosis, reticuloendoteliosis)
  4. Debe recurrirse a métodos de detección molecualr mediante secuenciación y análisis de genes que permitan diferenciar los distintos serogrupos de virus de leucosis aviar exógenos y la diferenciación o discriminación de virus de leucosis endógenos (Que viven en la  población sin causar problema) y que dan falsos positivos.
  5. Debe demostrarse que el problema afecta a una población grande de aves.
  6. Debe asilarse el virus de leucósis aviar exógeno.
Imagen No. 4. Se observa  a la izquierda el aspecto macroscópico de un bazo de un pollita de cría  y levante para ponedora, de dos semanas de edad, de un lote de 140.000 aves de las cuales  se remitieron algunas al laboratorio para ivestigar síntomas respiratorios con aerosaculitis. Las imágen macroscópica hizo pensar que se trataba de una neoplasia. La evaluación histopatológica muestra que microscópicamente corresponde a una inflamación crónica  piogranulomatosa. A pesar de  la inespecificadad de las técnicas de diagnóstico para  leucosis aviares cuando los  resultados se toman en forma individual, con frecuencia permiten emitir resultados concluyentes.
                                           
La incidencia de diagnósticos erróneos de “Leucosis linfoide” en casos de Marek o de Reticuloendoteliosis es alarmante y ha resultado incluso en litigios injustos cuando los diagnósticos (erróneos) se basan exclusivamente en observaciones histopatológicas de unos cuantos tumores provenientes de unas cuantas aves.

Así que  creo que de nuevo se tiene  ante el Médico Veterinario de campo y ante el Médico Veterinario de  laboratorio, una carrera de observación en la cual se debe  construir un diagnóstico  partiendo de una lista de pistas, más o menos abundantes según la capacidad de observación de uno y de otro y de la disponibiliad de pruebas  complementarias, ya que la histopatología, de acuerdo con lo expuesto, es solo el punto de partida en el diagnóstico definitivo, es decir el diagnóstico histopatológico no es específico, como no son específicas otras pruebas en forma aislada.

Cuál es su concepto?

3 comentarios:

  1. Existe algo para tratar la enfermedad? Tengo un gallo miniatura muy querido y no quiero que muera, quiero hacer antes todo lo posible por salvarlo. Gracias, saludos desde México.

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  2. cuales son los sintomas?, tengo un gallo que sus hijos y nietos a cierta edad se bajan de peso, los musculos se les pega al esqueleto, sera este el caso? de otros reprod
    uctores que tengo no ocurre eso

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  3. MUY BUENO PERO SERÍ SUPER BUENO SI SE HUBIERA ACOMPAÑADO DE MAS FOTOS

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